¿Qué es el Bruxismo?
Bruxismo se define como, una actividad repetitiva de los músculos de la mandíbula que se caracteriza por apretar o rechinar los dientes y/o empujar o sostener la mandíbula.
Éste se manifiesta de dos formas: cuando estamos despiertos, bruxismo de vigilia, y cuando nos encontramos durmiendo, bruxismo del sueño.
Es importante destacar que, mientras que el bruxismo de vigilia es una actividad de apretamiento semivoluntario y muchas veces inconsciente (de los dientes o mandíbula), que se encuentra influenciado por el estrés, ansiedad, el consumo de algunos medicamentos y alimentos; el bruxismo del sueño, se considera un trastorno del movimiento, que ocurre durante el sueño con rechinamiento dentario que debe ser escuchado por otra persona, el cual se genera a partir de múltiples factores.
El manejo el bruxismo de vigilia se orienta al cambio de hábitos que podrían provocarlo como también al manejo del estrés.
El manejo del bruxismo del sueño requiere de un estudio acabado que recopile la presencia de otras alteraciones, ya que éste se ha relacionado con otros trastornos que afectan al sueño, como son los trastornos respiratorios del sueño (apneas del sueño, por ejemplo), reflujo gastroesofágico, síndrome de piernas inquietas, entre otros. En niños el bruxismo del sueño no es normal, y podría reflejar la presencia, como se dijo anteriormente, de otros trastornos del sueño, que en el caso de detectar pausas en la respiración (independiente de la duración, porque a los niños les afecta más), así como también: sudor excesivo al dormir, ronquidos, excesivo tamaño de amígdalas – o tonsilas palatinas- y adenoides, dolores de cabeza en las mañanas, síntomas que podrían estar reflejando la presencia de apneas obstructivas del sueño, se hace necesaria la derivación oportuna al especialista correspondiente, y esto es principalmente por las repercusiones que provocan en el crecimiento: problemas de desarrollo, problemas de atención, hiperactividad, mal humor, irritabilidad y mal rendimiento académico (y lo anterior sin dejar de subestimar las repercusiones de las apneas del sueño en adulto: enfermedades coronarias, hipertensión arterial, diabetes tipo II, accidentes cerebrovasculares, etc.).
Finalmente, también se ha relacionado el bruxismo del sueño en niños en estudios recientes con: dormir menos de 8 h, la presencia de luz y ruido en la habitación y la exposición a humo de tabaco. Siendo la principal medida, la mejora de todas las acciones relacionadas con el dormir, lo que también se conoce como higiene del sueño. Algunos ejemplos de estas acciones son: fijar una rutina de hora de acostarse y hora de despertarse constante incluidos los fines de semana, evitar actividades estresantes y el uso de pantallas (TV, computador, celular) en las horas previas a acostarse, en adolescentes evitar las siestas durante el día, entre otras.
Actualmente, el tratamiento se realiza en base a una historia clínica detallada, un examen clínico completo y un diagnóstico bien establecido que considere todos los posibles factores que pudiesen estar presentes, dado que muchas veces el dolor es por otras causas ajenas a lo que se pensaría como bruxismo, un ejemplo de ello son los trastornos temporomandibulares.
Dra. Marvid M. Antiao Silva
Cirujano Dentista
Especialista en Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial
Referencias:
Castroflorio T, et al. Risk factors related to sleep bruxism in children: A systematic literature review. Archives of oral biology, 2015, vol. 60, no 11, p. 1618-1624.
Ferreira N, et al. Sleep bruxism associated with obstructive sleep apnea syndrome in children. CRANIO®, 2015, vol. 33, no 4, p. 251-255.
Balasubramaniam R, Paesani D, Koyano K, Tsukiyama Y, Carra M, Lavigne G. Sleep Bruxism. In: Farah C., Balasubramaniam R., McCullough M. (eds) Contemporary Oral Medicine. Springer, Cham. 2017.